El desarrollo altamente expansivo del último decenio de la ciudad ha modificado sustancialmente la estructura de Logroño, provocando una reordenación y cambios de usos del territorio de la ciudad con un resultado palpable en la calidad del espacio urbano, sometido asimismo a una fuerte presión inmobiliaria. Traslados de empresas ubicadas en pleno centro, amplias áreas residenciales e industriales de nueva creación, traslados de colegios del centro al extrarradio, constituyen claros ejemplos de la labor, buena o mala, ejecutada entre todos/as.

Todos estos aspectos, recogidos mediante sucesivas modificaciones parciales del planeamiento de la localidad, con desencuentros asimismo, con la Comunidad Autónoma, han generado diversas cicatrices tanto en la seguridad jurídica, como en el modelo de ciudad previstos en un Plan General desbordado primero por las presiones expansivas y posteriormente por la crisis y la paralización de la construcción, que ha sido parcheado en diversas ocasiones sin una actuación de carácter global, que permita a Logroño “digerir” los cambios ocasionados por ambos contextos.

En la actualidad, los tiempos y circunstancias socioeconómicas se presentan claramente contrarias a las vividas en el escenario anterior. La calidad de vida y desarrollo de nuevos proyectos nos lleva a continuos cambios y nuevas necesidades desde muy diversos aspectos sociales, ambientales, y especialmente jurídicos, como la aprobación, anulación y judicialización de varios sectores de suelo y actuaciones que introducen factores de incertidumbre normativa que es necesario afrontar de forma valiente.

El Plan General de Ordenación Urbana, PGOU, es el instrumento que define la ordenación urbanística de todos los terrenos que se encuentran dentro del término municipal de Logroño, clasificando el suelo y estableciendo las determinaciones para su ordenación con criterios de desarrollo sostenible. Es el instrumento que adopta las decisiones que aseguran la coordinación de los elementos que conforman la estructura orgánica del territorio municipal: infraestructuras de uso público, viario, zonas verdes, equipamientos, etc.

El Plan General debe establecer el modelo de ordenación de ciudad y afecta a cuestiones muy diversas como la protección del medio ambiente urbano, la conservación y protección del patrimonio de la ciudad, el aumento de la calidad de vida. Igualmente, aborda la renovación de los espacios urbanos, especialmente las áreas degradadas,  define las áreas para la intervención urbanística y las medidas que garantizan el reequilibrio de las dotaciones y equipamientos del municipio, entre otras.

Las nuevas necesidades demandadas por los ciudadanos respecto a la movilidad, accesibilidad, empleo, vivienda accesible, etc., deben integrarse en la ciudad actual transformándola, configurando un modelo de ciudad más amable y saludable. Sin perder de vista que el territorio del que disponemos es un bien escaso.

En la revisión del PGOU el objetivo debe ser planificar un Logroño sostenible para hacer ciudad, para organizar y ordenar el crecimiento urbano de la ciudad de modo que éste sea un todo armónico favoreciendo una mayor integración y cohesión social a través de la creación de espacios públicos de calidad, amables y habitables para todos los logroñeses. El desarrollo debe ser sostenible mejorando, conservando y protegiendo nuestro medio ambiente y espacios paisajísticos de la ciudad para las generaciones futuras. Porque conservar y mejorar la ciudad que habitamos dejará a nuestro hijos e hijas un Logroño más ordenado, agradable y atractivo para vivir que la ciudad que recibimos de nuestros predecesores.

Esta tarea nos incumbe a todos/as, porque las personas tenemos muchas más necesidades que las que se satisfacen en nuestro propia vivienda y la ciudad debe responder a ellas: paseos, zonas verdes, equipamientos comunitarios, culturales y asistenciales, donde además de habitar, se viva.

Proponemos la creación de un PGOU al servicio del interés general con una gestión transparente y éticamente responsable en la que aplicaría un riguroso régimen de incompatibilidades a políticos y técnicos. Debemos generar un marco legal en la que la oferta de vivienda se adecuada a la demanda, diversificando la actividad económica.

Queremos consolidar un modelo de ciudad sostenible y compacta, creando verdaderamente ciudad, en donde se generen comercio y servicios para todos los vecinos, y no simples “barrios dormitorios” en donde con dificultad se va a consolidar una auténtica ciudad.

  1. Es el Reglamento que más incide en los ciudadanos y la ciudad tras los presupuestos municipales y las ordenanzas fiscales. Y como estos, debe ser actualizado periódicamente. No prorrogado con parches, para no afrontar de forma global o tapar los problemas surgidos.
  2. Logroño ha sufrido una fase de hipercrecimiento y presión del boom inmobiliario y una fase de paralización y recesión seguidas e intensas que han dejado cicatrices severas, legales, económicas y paisajistas, en el diseño de ciudad.
  3. Seguridad jurídica de ciudadanos y administración: El crecimiento de la ciudad y su planeamiento de desarrollo ha ido en lo últimos años ejecutándose a parches y tirones, generando problemas jurídicos y económicos como los acontecidos en Sectores como Río Batán. Si esos desarrollos se hubieran aprobado en el contexto de revisión del Plan General global, y no mediante modificaciones puntuales (parches), se hubieran evitado los juicios, sentencias y problemas derivados.
  4. Posibilidad de superación del enquistado enfrentamiento competencial entre la Comunidad autónoma y el Ayuntamiento de Logroño, y de trabajar en colaboración y lealtad de ambas administraciones, así como la colaboración activa en el diseño de las sensibilidades de todos los grupos políticos, y agentes sociales, económicos y ciudadanos de Logroño. Es el Plan para todos.
  5. Recomposición y replanificación de los ámbitos de contorno y desarrollos que han quedado inconclusos. Soluciones o previsiones de hace quince años puede que no se ajusten al Logroño real de hoy.
  6. Avanzar hacia un Logroño sostenible; actualizando el modelo de ciudad; Incorporando sostenibilidad, ecología, eficiencia energética, energías renovables, directrices europeas como parámetros definitorios de un Logroño moderno, post­expansivo e inclusivo. No sólo los parques generan una ciudad más verde y saludable.
  7. El modelo de ciudad previsto en el Plan en vigor era, como el contexto, netamente expansivo. Hay que repensar el crecimiento de la ciudad, y su enlace y relación con los núcleos colindantes, especialmente Villamediana y Lardero.
  8. Ausencia absoluta de presiónes especulatoria o económicas, permiten pensar y diseñar el modelo de ciudad para los próximos 15 años. La mejor manera de evitar la especulación presente y futura es la Revisión Global del Plan General, en un contexto sin presiones inmobiliarias ni prisas.
  9. Eliminar la dependencia de la financiación municipal de macrooperaciones de recalificación y licencias de edificación., primando la recuperación de espacios urbanos internos frente al modelo hiperexpansivo.
  10. Necesidad de incorporar la red de vialidad y transporte , incorporar en las previsiones un Plan Global de carriles bici, itinerarios peatonales y alternativos , que no resulten únicamente parches parciales, inconexos o interrumpidos, o sujetos exclusivamente a nuevos desarrollos urbanos. Deben introducirse dentro del diseño global de ciudad.