A las instalaciones municipales se han sumado nuevos servicios además de la Oficina Smart, el 010 o la Sala de Control de Tráfico, lo que genera un mayor tránsito de personas y la falta de control de accesos a lo largo de buena parte del horario.

El Grupo Municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Logroño ha denunciado la falta de seguridad en las instalaciones municipales del edificio Smart, tras conocer el robo de material informático sufrido recientemente. Ciudadanos exige al alcalde de Logroño, Pablo Hermoso, que dote con las medidas de seguridad precisas unas dependencias que acogen, hoy en día, al menos seis departamentos de servicio y atención al ciudadano.

La concejala Rocío Fernández ha comparecido esta mañana ante los medios de comunicación y denunciado la falta de seguridad en el edificio Smart. “La falta de vigilancia va más allá de los equipos y bienes materiales y afecta a los propios trabajadores que se encuentran en una situación de inseguridad. Es el caso de los propios funcionarios, pero también de las trabajadoras del 010, servicio activo hasta las 22 horas, o los operarios de la Sala de Control de Tráfico, activo también el fin de semana, cuya única protección es la seguridad pasiva que prestan las cámaras de vigilancia”, ha asegurado.

El robo del material informático en el edificio Smart se produjo el pasado mes de julio, cuando una persona accedió sin pasar por control de acceso alguno y sustrajo los equipos que formaban parte del Centro de Emprendimiento.

A los servicios que se prestan desde el edificio -Oficina Smart, 010 o Sala de Control de Tráfico- se han sumado ahora el Centro de Emprendimiento, el Centro Integrado de Formación Profesional a Distancia, y de forma provisional acogió la Oficina de Vivienda. El equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Logroño tiene previsto instalar también en el edificio el Laboratorio Feminista. Como en toda dependencia municipal que presta atención a los vecinos sus puertas permanecen abiertas, pero sin la presencia de agentes de la Policía Local ni ordenanzas, que llevaran el control de acceso.

El edificio cuenta con planta baja y dos alturas, a las que se añade un sótano, con 720 metros cuadrados por planta. Unas dimensiones considerables que requieren un servicio de seguridad acorde. Más si cabe, en la actual situación de pandemia cuando el control de accesos se ha convertido en una cuestión sanitaria.