Los liberales destacan que tan importante es aprender a convivir como a formarse en habilidades técnicas por lo que no puede reducirse la escuela a un espacio para gestionar la convivencia y adquirir las competencias emocionales o afectivas.
Ciudadanos considera inadmisible y un abuso que la Consejería de Educación imponga su criterio, sin diálogo ni negociación, a la hora de publicar el Decreto de Convivencia Escolar, ya que no han contado con la participación de los representantes de toda la comunidad educativa, especialmente de los docentes y educadores sociales.
La diputada Belinda León ha denunciado que a través de este Decreto de Convivencia Escolar “el Gobierno de La Rioja está incumpliendo sus promesas, ya que durante la tramitación, se había comprometido a tener en cuenta a organizaciones sindicales, de familias y Consejo Escolar, a la hora de desarrollar, su nuevo proyecto de convivencia para los centros educativos“.
“La falta de negociación del Gobierno de Andreu solo va a conseguir rechazo, ya que no responde, como quieren hacer ver, a un documento de consenso, unidad y trabajo conjunto de todas las partes implicadas”, ha afirmado León.
Los liberales señalan que la comunidad educativa lleva reivindicando la participación en este Decreto, desde el pasado mes de octubre cuando el consejero Uruñuela anunció la derogación de la Ley 2/2011 de autoridad del profesor y de la convivencia en los centros educativos, por lo que el incumplimiento de sus promesas es constante.
La formación naranja considera que la prevención y la sanción son dos variantes compatibles, sin embargo, el nuevo decreto reduce el papel del régimen disciplinario, lo desdeña y lo convierte en algo secundario. “Aplican el buenismo ante los conflictos que se generen, que no se podrán corregir o sancionar. Coincido con el espíritu de la norma pero lamento que su falta de concreción la haga poco práctica en la realidad frente a los conflictos”, ha resaltado León.
Los liberales manifiestan que todo está muy vinculado con la retirada de la autoridad del profesor. “El decreto pone mucha responsabilidad en los alumnos para que por sí mismos logren la convivencia positiva pero no tienen en cuenta el grado de madurez de los alumnos”, ha señalado León.
Otra de las críticas acerca del Decreto de Convivencia Escolar se centra en que establece una oposición entre la ‘dimensión de aprendizaje’ y la ‘dimensión de convivencia’ de los centros educativos, dando una clara prevalencia a la segunda. “Tan importante es aprender a convivir como formarse en habilidades técnicas que permitirán desarrollar carreras profesionales. No puede reducirse la escuela a un espacio para gestionar la convivencia y adquirir competencias emocionales o afectivas”, ha indicado.
Por último, entre las novedades del decreto, está la figura del responsable de convivencia en las aulas, cuyo perfil no está todavía definido pero que aparentemente vendrá regulado en las órdenes. De esta forma, León ha concluido constatando que “tampoco han contado con los educadores sociales a la hora de definir la nueva figura. La falta de sensibilidad de este consejero es evidente por la forma de abordar los cambios tan relevantes que se están imponiendo en nuestra sociedad”.