La diputada naranja considera insuficiente la respuesta de Ceniceros a su pregunta sobre la gestión gubernamental para abordar el reto demográfico que tuvo lugar en el pleno de ayer.
La diputada del Grupo Parlamentario de Ciudadanos La Rioja, Rebeca Grajea, asegura que el presidente del Gobierno riojano, José Ignacio Ceniceros, no ha aclarado cómo piensa gestionar 121 millones de euros de la Agenda de la Población, repartidos en diversas consejerías.
Grajea preguntó al presidente en el pleno de ayer la gestión del Plan para la Agenda de la Población 2030.
“El año 2030, simboliza para el presidente del Gobierno del PP, una visión a largo plazo, para abordar el reto demográfico en nuestra región”, ha señalado la diputada, “Ceniceros anuncia a bombo y platillo en prensa, radio o en el pleno parlamentario las virtudes que su Agenda de la Población 2030 ofrece, esta Agenda representa la varita mágica que resuelve todos los problemas de la Comunidad; problemas que el propio PP ha generado durante 20 años en nuestra tierra”.
Ya en julio del pasado año, le encomendaba Ceniceros a Ciudadanos, en respuesta a nuestro portavoz parlamentario, por lo que se distribuyó el documento diagnóstico y los objetivos que con la Agenda, se iban a cubrir en un futuro para La Comunidad. “En aquella ocasión eligió aleccionar y ejercer de guía espiritual en lo que la política regionalista se refiere, sentando cátedra frente a aquellos portavoces que Ceniceros considera despistados a la hora de gestionar políticas públicas, que garanticen la buena senda demográfica frenando la despoblación rural y reduciendo el envejecimiento poblacional riojano”, ha recordado Grajea.
“Entre sus lecciones nos recordaba que esta Agenda de la Población es un reto, pero un reto compartido, tan de todos que extendía de nuevo su ofrecimiento explícito para trabajar de forma conjunta con todos aquellos que como antes marcábamos como despistados en el plano político”, ha afirmado la diputada naranja.
Para Ciudadanos se trata de un plan elaborado, con objetivos generales y específicos que están claramente definidos y trabajados por expertos. Pero un plan que no arranca porque lo que los expertos llaman el “valor-meta” está supeditado a la dependencia del consenso dentro del proceso participativo… o algo así expone el propio Plan.
“Parece claro y nítido que esta Agenda para la Población 2030, es la masa madre de todos los planes de este gobierno de Ceniceros, de ella se nutren otros planes que afectan a la familia, a los jóvenes, como el famoso Plan de Emancipación que el Gobierno tasa en 9,2 millones de euros pero suma más de 13”, asegura Grajea, “nos seguimos preguntando cómo y vamos a llevar este reto adelante si no sabemos qué significa eso de “valor-meta” que está supeditado a la dependencia del consenso dentro del proceso participativo, aunque se refiera a un proceso participativo que quizás suceda en el 2030”.
Por todo ello, “animamos al presidente Ceniceros, una bandera es una bandera para el 2030, quedan 22 años, cuando se ponga a ello, participaremos”.